Los aisladores elastoméricos son dispositivos utilizados en el aislamiento sísmico de estructuras. Están compuestos principalmente por material elastomérico, como el caucho natural o el neopreno, que les confiere características específicas. Algunas de las características principales de los aisladores elastoméricos son:
Flexibilidad: Los aisladores elastoméricos son altamente flexibles y pueden deformarse bajo cargas sísmicas, permitiendo el movimiento controlado de la estructura.
Capacidad de absorción de energía: Estos dispositivos son capaces de absorber y disipar la energía generada durante un terremoto, reduciendo así las fuerzas transmitidas a la estructura.
Baja rigidez lateral: Los aisladores elastoméricos presentan una rigidez lateral relativamente baja, lo que les permite desacoplar la estructura del movimiento sísmico horizontal, reduciendo así la transmisión de fuerzas y aceleraciones.
Alta capacidad de carga vertical: A pesar de su flexibilidad, los aisladores elastoméricos son capaces de soportar cargas verticales significativas y mantener la estabilidad de la estructura.
Durabilidad: Estos dispositivos son diseñados para tener una larga vida útil y resistir las condiciones ambientales y los ciclos de carga repetitivos a los que están expuestos.
Bajo mantenimiento: Los aisladores elastoméricos generalmente requieren un mantenimiento mínimo, lo que los hace una opción práctica y rentable para la protección sísmica de las estructuras.
Compatibilidad con diferentes tipos de estructuras: Pueden ser utilizados en una amplia gama de estructuras, incluyendo edificios, puentes y estructuras industriales.
Modularidad: Los aisladores elastoméricos suelen ser fabricados en forma de discos o laminillas, lo que permite su fácil instalación y reemplazo individual en caso de daños.
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